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María Fernanda Carvallo, Mexico City Community Manager

En México el derecho a la educación se consagra en la constitución para desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano, sin embargo, lejos de lo establecido, los indicadores educativos afirman que hoy día la escuela en México no está sirviendo como catalizador social para el desarrollo; por el contrario, es un reflejo de la comunidad que la circunda. Así, en aquellas comunidades en condiciones de pobreza y marginación, la escuela no propicia que quienes acuden a ella puedan hacerse de herramientas que les permita mejorar su calidad de vida.

Ante este problema, diversas organizaciones de la sociedad civil, entendiendo que la educación en México no es responsabilidad exclusiva del Estado, han puesto en marcha diversa estrategias para contrarrestar los efectos del bajo rendimiento académico, el nulo acceso a servicios educativos en las comunidades marginadas y la alta deserción escolar, especialmente de las niñas en edad escolar básica. Adopta una Escuela A.C. busca dignificar los espacios educativos para mejorar el desempeño escolar de alumnos en edad de cursar cualquier grado de educación básica. Por su parte, Acude A.C. busca construir un marco institucional para incidir en las políticas públicas educativas.

Contexto

De acuerdo al INEGI, en el Distrito Federal, el grado promedio de escolaridad de la población de 15 años y más es de 10.5, es decir poco más del primer año de educación media superior; sin embargo existen zonas que presentan grandes contrastes a nivel municipal con exclusiones educativas en educación básica y media superior, en donde Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Álvaro Obregón concentran casi la mitad de los niños sin acceso a la educación.

De acuerdo a cifras de UNICEF, para el año 2005, 40mil niños no asistían a la escuela; casi la mitad de estos niños se debía a los que se inscribieron a inicios de curso escolar pero que desertaron, particularmente el grupo de edad entre los 12 y 14 años. Así mismo, quienes son más vulnerables a la exclusión escolar son niños con algún tipo de discapacidad, hablantes de lengua indígena, además del factor de género en donde las niñas con estas características presentan mayor riesgo.

Entre las razones por las que hay un alto índice de inasistencia escolar, el estudio de la UNICEF, Las exclusiones de la educación básica y media superior en el D.F., muestra que gran parte se debe a las condiciones de pobreza y marginación estructural que obliga a los estudiantes a trabajar para contribuir a las estrategias de vida del hogar, así como una oferta pública educativa insuficiente en las colonias en donde reside la población en edad escolar, y la incapacidad del sistema educativo de retener y promover de manera oportuna a dicha población.

Con respecto a las diferencias de género, los estereotipos que predominan en los alumnos sobre los roles tradicionalmente asignados por género, así como su transmisión en el interior del hogar generación tras generación, explica en gran medida que las niñas presenten menores índices de matriculación, pues bien son ellas quienes permanecen para la labor de las tareas domésticas, mientras los niños buscan un espacio fuera del hogar.

Enfoque: acceso y calidad de la educación para niños vulnerables

Adopta una Escuela A.C. es el resultado del esfuerzo conjunto de empresarios que, preocupados porque los niños tengan acceso a los servicios educativos disponibles y por la calidad de la educación que reciben, emprendieron una serie de acciones para dignificar el espacio educativo de niños en comunidades con altos índices de marginación a través de donativos en especie para la mejora de la enseñanza, como mobiliario y obras civiles. Así, por medio de este impulso se crea una cultura de participación social dirigida específicamente a los niños en educación básica y la asociación incide directamente en el espacio físico educativo de su población objetivo.

Las escuelas beneficiarias están ubicadas en zonas de alta o muy alta marginación, en el D.F. y la zona conurbada, se encuentran en los municipios de Chimalhuacán, San José del Rincón, Cuatitlán Izcalli y Santiago Tianguistenco. Dentro del programa de donación, se encuentran apoyos para la construcción de aulas, instalación eléctrica, pintura, impermeabilizante, ventanas, puertas y pintura.

De esta manera, Adopta una Escuela no sólo ha incidido positivamente en los alumnos que toman clase en las escuelas que han mejorado su infraestructura, sino que forja y mejora las relaciones comunitarias, ampliando su impacto más allá de las aulas que ayudan a edificar.

Además de velar por la calidad, el tutelar por los derechos de la educación de los niños ha sido un enfoque para elevar la calidad de vida de estos. ACUDE, Hacia una cultura democrática, A.C., fue creada en mayo de 2001 y tiene como antecedente el Colectivo Mexicano de Apoyo a la Niñez, con el propósito de contribuir al bienestar de la infancia, especialmente de los niños en situaciones más desfavorecedoras. A través del financiamiento de la Fundación SM México implementa una iniciativa en pro de la educación.

ACUDE creó el programa “Comunidad Educadora” para ser ejecutado y evaluado por los diversos actores de la localidad: niños y niñas, jóvenes, maestros, padres de familia, empresarios, organizaciones civiles, universidades y autoridades locales. Tiene como objetivos, movilizar a los diversos actores sociales de la comunidad con el fin de poner la educación para todos en el centro de la discusión y de la acción organizada de los habitantes de la localidad; ampliar y fortalecer las opciones educativas y culturales existentes en la comunidad, a partir de las propuestas y acciones de los diversos actores que la integran, con énfasis en la atención a los grupos más vulnerables y generar conocimiento para la construcción de una propuesta de Ciudad Educadora que surja de la iniciativa y organización de la comunidad.

El área en que se aplica el proyecto piloto es la Unidad territorial San Juan Tepeximilpa, Tlalpan por tener un alto nivel de marginalidad. El programa convoca a diversos actores sociales de la comunidad de Tepeximilpa y sus alrededores, como líderes sociales y maestros, para convertir su comunidad en un espacio de aprendizaje y desarrollo.

Es un proceso participativo de acción-reflexión-acción, en el que los miembros de la comunidad y las organizaciones civiles y sociales deliberan sobre la educación que necesitan y las condiciones que deben existir en la comunidad para que ésta se convierta en una comunidad de aprendizaje. A través de un Grupo Promotor Comunitario participan representantes de los diversos actores sociales quienes diseñan y ejecutan el proyecto de comunidad educadora. Además, se construye un Comité Técnico de Apoyo, integrado por: profesionales de organizaciones civiles de la Red de Incidencia Civil en Educación ICE-Metropolitano, investigadores de la Universidad Iberoamericana, y autoridades locales. Este comité es responsable del seguimiento y la sistematización de la experiencia.

Las estrategias que se están implementando son:

  • Motivar a los habitantes de la zona para trabajar a favor de la educación y cultura de su comunidad.
  • Apoyar y acompañar a un grupo Promotor Comunitario integrado por representantes de los diversos sectores y actores sociales que se haga cargo del diseño, ejecución y evaluación del proceso de transformación de su localidad en una comunidad educadora.
  • Promover la articulación de las OSC locales y su capacitación para promover la participación de la sociedad civil en la educación.
  • Sistematizar la experiencia y las lecciones aprendidas en el trabajo directo con la comunidad.

A través del proyecto piloto se busca generar diversas iniciativas en la comunidad para brindar acceso a la educación y promover el bienestar de la niñez, empoderando a la comunidad y respondiendo a las necesidades educativas de su población.

La intervención por parte de estas organizaciones promueve que se cierre la brecha de desigualdad educativa que existe entre las comunidades marginadas y desarrolladas de las zonas urbanas. Así mismo, es un esfuerzo para lograr que los actores involucrados den un viraje hacia la tutela de los derechos de educación de los niños y niñas considerando sus necesidades, contextos sociales, así como culturales. En este sentido, se promueve que haya menores índices de deserción escolar y una mayor matriculación. Así mismo son una alternativa ante la falta de oferta educativa por parte del Estado, además de comprender las causas que alejan a los estudiantes de las aulas para abordarlas.

Es importante reflexionar acerca del contexto excluidos del sistema educativo, pues si bien hay esfuerzos para que tengan acceso a la educación, la pobreza y marginalidad siguen siendo factores latentes que la ponen en riesgo, de manera que es necesaria una estrategia integral que permita satisfacer las necesidades de los hogares a la par que las educativas.