Jorge Bela, Gestor Comunitario de Bogotá
La tasa de analfabetismo en Bogotá, según datos oficiales, está ligeramente por debajo del 2 por ciento, el mejor dato en todo el país. Sin embargo, es posible que la cifra real esté por encima de la oficial, debido al constante flujo migratorio desde las zonas rurales, donde la tasa de analfabetismo es considerablemente superior, hacia la capital. El informe PIRLS (Progress in International Reading Literacy Study) de 2011 apunta además hacia una elevada tasa de analfabetismo funcional en Colombia. A estos problemas hay que sumar una mucho más elevada tasa de analfabetismo digital, superior al 50 por ciento según un informe del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, que está lastrando el acceso, generalmente de las personas en mayor riesgo de exclusión social, a la revolución tecnológica. El analfabetismo digital es un reto acuciante en las grandes ciudades latinoamericanas, pues aumenta la brecha que impide a los más desfavorecidos el acceso a la prosperidad económica, y reduce la competitividad de las economías locales en un mundo cada vez más conectado tecnológicamente.
Para atajar estos problemas, una alianza entre la Alcaldía de Bogotá, a través de del Instituto para la Economía Social, IPES, y la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB) ha buscado mejorar los niveles de alfabetización digital en la capital colombiana. Para lograrlo han utilizados una serie de quince “portales interactivos” creados por ETB y ubicados en los barrios con mayores carencias. En estos portales los participantes en el programa tienen acceso a computadores conectados a Internet. En una primera fase se atendió a más de 10.000 microempresarios, quienes tan solo tenían que acreditar un año de funcionamiento de sus microempresas en Bogotá, y que la actividad principal fuera de agroindustria, servicios, industria y marroquinería. A lo largo de los programas, de 40 horas de duración, los microempresarios aprendieron a manejar un computador, adquirir conocimientos en el uso de aplicaciones de proceso de datos (Word), presentaciones (Powerpoint) y hojas de cálculo (Excel), aplicaciones en la “nube,” gráficos, inserción de imágenes, navegación en Internet, trámites en línea y uso del correo electrónico.
En una segunda fase el programa se amplió a personas en riesgo de exclusión social, como recicladores, víctimas del conflicto, emprendedores de ventas populares y personas con discapacidad. La iniciativa comprende siete niveles certificados, de 20 horas cada uno. En su implementación prima la flexibilidad de horarios, para acomodar las cambiantes necesidades y disponibilidad de tiempo de estos colectivos. Este proyecto, aún en ejecución, cuenta con un presupuesto de 400 millones de pesos (unos 200.000$). Los cursos cubren, con una dificultad creciente : alfabetización digital, introducción a herramientas ofimáticas, Excel intermedio, Excel enfocado a la productividad (inventario, nómina, facturas), diseño de páginas web, comunidades virtuales y mercado laboral.
Otra iniciativa interesante es la lanzada por la Secretaría Distrital de Integración Social, destinada a capacitar en el uso de la informática y la tecnología destinada a los habitantes de la calle de Bogotá, y a sensibilizarlos sobre la problemática del vandalismo y el robo de las redes telefónicas. Aunque el programa es relativamente pequeño, se ha formado a 118 personas de la calle, el impacto social es considerable en un colectivo frecuentemente ignorado por las autoridades.
Jorge Bela, Bogotá Community Manager
The illiteracy rate in Bogota is slightly below 2 percent, according to official reports. This represents the best rate in Colombia. The real rate might, nevertheless, be somewhat higher, due to the constant inflow of immigrants from rural areas, where illiteracy rates are much higher, into the capital. In addition, the 2011 PIRLS report (Progress in International Reading Literacy Study) suggests that the rate of functional illiteracy is quite high in the country as a whole. These problems are aggravated by an elevated rated of digital illiteracy, as high as 50 percent as suggested by a 2010 survey by the Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. Digital illiteracy is a pressing challenge in large Latin American cities. It affects more severely the populations already at a higher risk of social exclusion, and makes it harder for them to benefit from current economic prosperity. It also affects negatively the competitiveness of local economies, which are unable to meet the challenges of an increasingly open and technology-driven world economy.
To tackle this problem, an alliance between the City of Bogotá and the Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB) has created several training programs aimed at improving digital literacy in the Colombian capital. Fifteen “interactive gateways,” multimedia hubs equipped with Internet-enabled computers, are used for the training. These hubs were created by ETB and located in the neighborhoods with the greatest needs in Bogotá. The first program targeted micro-business and micro-entrepreneurs. The training lasted 40 hours and covered the basic use of a computer, word processing (Word), presentations (PowerPoint), spreadsheets (Excel), “cloud” applications, graphics, image processing, Internet navigation, online government transactions and email. The free courses were open to any micro-business owner in the agro-industry, services, industrial, and leather sectors. More than 10.000 people benefited from these courses.
In a second phase the program has been expanded to cover individuals at high risk of social exclusion: recyclers, victims of the armed conflict, informal sellers, and people with disabilities. The program includes seven increasingly difficult modules of 20 hours. Once a module is completed, the participant obtains a certificate. The ongoing program has a budget of 400 million COP (about $200,000). The courses cover basic digital literacy, introduction to office tools, Excel, intermediate Excel (inventory, receipts, payroll), webpage design, virtual communities, and job searching.
The Secretaría Distrital de Integración Social has launched another interesting initiative. In this case a training program was designed for homeless people in Bogota. The program was aimed at giving them basic digital literacy and to raise their awareness of the problems that vandalism and theft of copper cables causes to the city. A total of 118 homeless people have participated in this training program. Although the number might seem small, the program has had a significant impact in a community often neglected and even ignored by local authorities.