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María Fernanda Carvallo, Gestor Comunitario de Mexico D.F.

Enrique Betancourt Gaona es un urbanista experto en la Ciudad de México que compartió su opinión sobre la planeación urbana con URB.im. Betancourt Gaona se ha desempeñado en el sector público como asesor de la Subsecretaría de Desarrollo Urbano del D.F. y como el Director General Adjunto de política social de la Presidencia de la República.

Él es arquitecto por la Universidad de las Américas, Puebla, y maestro en arquitectura y diseño urbano por la Universidad de Harvard; también, es World Fellow para el 2013 por la Universidad de Yale y cofundador de CONTEXTUAL.

Enrique, ¿cómo has participado en el desarrollo urbano en la Ciudad de México?

A nivel federal trabajé con temas relacionados con el diseño y gestión de proyectos urbanos estratégicos, política de vivienda y espacio público, desde una perspectiva integradora con las que vincule las grandes oportunidades de la ciudad con los grandes déficits.

En el D.F. formo parte del Comité de Expertos en Desarrollo Urbano de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, asesorando a las autoridades para que la toma de decisiones estratégicas estén alineadas con el desarrollo necesario para la ciudad y sus habitantes.

¿Cuál es tu opinión sobre el desarrollo urbano de la Ciudad de México en los últimos años?

La planeación en la ciudad aún se debate entre la tradición de la planeación centralizada de la segunda década del siglo XX y una planeación mucho más sistémica y orgánica en la que los grupos sociales juegan un papel preponderante. Ésta distinción es significativa en una ciudad que se conforma por la conurbación de 72 entidades (delegaciones y municipios). Hay ejemplos en los últimos años que muestran la capacidad de las autoridades y del sector privado para gestar proyectos de gran impacto, entre ellos los de movilidad (ecobici, metro bus y metro), la reconfiguración del corredor del paseo de la Reforma y la recuperación del centro histórico.

Las deudas de la planificación urbana están en la implementación de infraestructura básica y equipamiento social en las zonas de alta vulnerabilidad.

¿Qué acciones urgentes son necesarias en las zonas más vulnerables?

Se trata de un paquete de acciones coordinadas; estrategias que integren el equipamiento e infraestructura con programas sociales y con un fuerte componente de participación ciudadana. Lo más importante es entender éstas intervenciones desde una lógica de cambio gradual, con especial énfasis en el proceso.

¿Cómo se puede mejorar la inclusión de las zonas marginadas?

En las zonas marginadas de Latinoamérica es difícil encontrar señales de urbanidad. Nada les dice a los habitantes de éstas zonas que son ciudadanos, las calles no tienen nombre, las casas no están numeradas, los títulos de propiedad de la tierra no existen y no hay infraestructura básica. Mejorar la inclusión se trata del derecho a la ciudad a acceder a los beneficios de vivir en comunidad. Es necesario borrar las barreras institucionales, sociales y físicas que promueven que haya ciudadanos de primera y de segunda clase.

Es necesario un ejercicio combinado de actores y del fortalecimiento de la capacidad de las organizaciones sociales para ofrecer la atención de manera descentralizada.

¿Hacia dónde debe ir la planeación urbana en la Ciudad de México?

Los ciudadanos y las autoridades tenemos que discernir sobre el papel que queremos que nuestra ciudad juegue en el futuro. Por ejemplo: construir una visión consensuada de la ciudad, instalar los mecanismos institucionales que hagan posible le implementación paulatina y ágil de esa visión, identificar qué temas y procesos deben ser actos de autoridad basados en evidencia técnica y cuáles de manera participativa.

¿Cuál sería un modelo de ciudad que se debería de tomar como modelo en estos temas?

São Paulo es un modelo interesante. Brasil dio vuelco a la planeación de las ciudades y se ha atrevido a desarrollar instrumentos para conectar a las capitales y a los grandes proyectos con la inclusión social. Sao Paolo, Rio y la Ciudad de México necesitan fortalecer el intercambio de experiencias.

María Fernanda Carvallo, Mexico City Community Manager

Enrique Betancourt Gaona is an urban expert from Mexico City who shared with URB.im his expertise on urban planning. He has worked in the public sector as an advisor for the Subsecretaría de Desarrollo Urbano del D.F. (Ministry of Urban Development of Mexico City) and as the General Adjunct Director of Social Policy for the presidential administration.

Betancourt Gaona studied architecture at the Universidad de las Americas, Puebla and received his Masters in Architecture and Urban Design from Harvard University. He is currently a World Fellow for 2013 at Yale University and is the cofounder of CONTEXTUAL.

Enrique, how have you participated in the urban development of Mexico City?

At the federal level, I have worked on issues related to the design and management of strategic urban projects, and housing policy, and public space. I did this with an integrative perspective, by linking the city’s biggest opportunities with its large deficits.

In Mexico City, I am part of the Comité de Expertos en Desarrollo Urbano de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (the Committee of Experts on Urban Development for the Ministry of Housing and Urban Development). The committee advises government officials on how to make strategic decisions that are closely tied with the necessary development needs for both the city and its habitants.

What is your opinion on urban development in Mexico City over the past few years?

Urban planning in Mexico City has been split between two planning approaches: one is traditional and centralized, dating back to the early twentieth century, while the other is systematic and organic, with social groups taking a main role. This distinction is significant in a city that is made up by a conurbation of 72 entities (administrative boroughs and municipalities). There are recent examples that show the ability of the government and the private sector to implement high-impact projects, like in terms of transportation (Ecobici, the metro bus, and the metro), the reconfiguration of the Paseo de la Reforma, and the restoration of the historic center.

What’s lacking in terms of urban development is the implementation of basic infrastructure and social services in highly vulnerable areas.

What’s urgently needed in the most vulnerable areas?

A series of coordinated actions with strategies that integrate the distribution of services and infrastructure with social programs that have a strong component of citizen participation. It is important to understand these interventions from a logic of gradual change, with a special emphasis on the process.

How can marginalized areas be included?

In the marginalized areas of Latin America, it is difficult to find signs of urbanization. For example, nobody tells the residents of marginalized areas that they are citizens, the streets are unnamed, houses are unnumbered, land titles do not exist there’s no basic infrastructure. Improving inclusion is about the city having access to the benefits that come from living in a community. It is crucial that institutional, social, and physical barriers be broken down so that class distinctions come to an end.

A new approach is needed, where various stakeholders and social organizations come together to offer services in a decentralized manner.

What direction should urban planning take in Mexico City?

Citizens and government officials must distinguish the role that we want our city to take in the future. This includes building a consensus vision for the city, installing institutional mechanisms that make the implementation of the vision gradual and flexible, and identifying themes and processes that should be acts of authority based on technical evidence, and identify those based on participatory action.

What is a model city when it comes to urban planning?

São Paulo is an interesting model. Brazil made a shift in city planning and has dared to develop methods to connect capitals and large projects with social inclusion. São Paulo, Rio, and Mexico City need to strengthen the exchange of experiences.